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AES Corporation busca beneficios con bonos de carbono en Panamá PDF Print E-mail
Burica Press | Wednesday, 06 August 2008


Una nueva represa hidroeléctrica en Panamá podría recibir fondos del Mecanismo para el Desarrollo Limpio de Naciones Unidas (CDM – Siglas en Ingles), advierten grupos en pro de la conservación del medio ambiente.


La represa “Chan-75″ está siendo construida por una subsidiaria de la compañía basada en Virginia, Estados Unidos denominada “Allied Energy Systems Corporation” (AES – Siglas en Ingles), la cual ha solicitado la obtención de una certificación de Créditos de Carbono para su proyecto hidroeléctrico. Sin embargo, el proyecto puede tener un impacto ambiental devastador.


“La construcción amenaza el medio ambiente y viola los derechos humanos del pueblo indígena Ngöbe que vive en la región” – afirma Osvaldo Jordán de la Alianza para la Conservación y el Desarrollo (ACD), una organización ambientalista panameña.


A pesar que el proyecto Chan-75 no cumple con los lineamientos de la Comisión Mundial de Represas, el mismo ya está siendo construido dentro del Bosque Protector Palo Seco, zona protegida ubicada en la Reserva de la Biosfera La Amistad en la región de Bocas del Toro, Panamá. La construcción amenaza al Parque Internacional La Amistad, sitio declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, el cual es compartido por Panamá y Costa Rica. El mismo es además parte del Corredor Biológico Mesoamericano. Incluso, hace algunos meses la cadena BBC News reportó que en el lado costarricense del parque, muy cerca de la frontera con Panamá, fueron descubiertas tres nuevas especies de anfibios.


La represa tiene muy altas probabilidades de causar un terrible deterioro de las poblaciones de los peces migratorios acuáticos mas importantes, así como de las especies de camarones dentro de “La Amistad”, además de afectar negativamente las poblaciones de jaguares, tapires y águilas Harpías.


La represa también viola los derechos humanos de pueblo indígena Ngöbe. La agencia gubernamental panameña de protección al medio ambiente denominada Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) autorizó la construcción sin obtener antes el libre consentimiento del pueblo Ngöbe afectado. La represa implicaría la reubicación de más de 1,000 agricultores de subsistencia del Pueblo Ngöbe, así como la destrucción de su particular estilo de vida. La empresa AES ha respondido a las protestas de los Ngöbe por la construcción de la represa utilizando chantajes, sobornos e incluso represión policial con la intención de presionar a los agricultores Ngöbe a dejar sus tierras.


“El caso Chan-75 es una evidencia más de que el CDM esta siendo utilizado como subsidio para proyectos destructivos del ambiente”, afirma Oscar Reyes de “Carbon Trade Watch” , proyecto del Instituto Trasnacional radicado en Ámsterdam. “Es un riesgoso escenario de doble perdida, donde el pueblo y el medio ambiente panameño son amenazados por un proyecto que permitirá que las industrias de otras regiones continúen contaminando.”

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